Tu intuición te lo dice, a veces simplemente lo sentimos.
Hay algo dentro de ti que te dice: "Necesito mirar atrás para poder avanzar."
No hace falta que estés en crisis para hacer una Constelación. Solo hace falta tener la disposición de mirar tu historia con amor y sin juicio, lo que pasó antes que tú. Sanar no es olvidar, es INTEGRAR.
Y cuando lo haces, la vida empieza a fluir de otra manera…
Las constelaciones familiares nos permiten traer a la luz lo que estaba oculto y soltar lo que ya no necesitamos seguir cargando.
¿Qué me puede llevar a hacer una constelación familiar? A veces no es la mente la que lo pide… es el alma.
Muchas personas llegan a una Constelación Familiar cuando sienten que ya lo intentaron todo y nada cambia. Terapias, lecturas, cambios de hábitos, cursos, retiros… Y sin embargo, hay algo que sigue doliendo, que sigue repitiéndose o que no termina de sanar.
“Una Constelación es un movimiento del alma. Si sientes que algo en tu vida pesa, se repite o no lo entiendes, es posible que estés listo para mirar”
¿Qué es eso que nos lleva realmente a una constelación?
Un dolor que no tiene explicación.
Sientes tristeza, ansiedad o vacío y no sabés de dónde puede venir. Tu vida, en apariencia, “está bien”, sin embargo algo no encaja. Es como si llevaras encima una historia que no es tuya.Y muchas veces, no lo es.
En una Constelación puedes descubrir que estás cargando el duelo, la culpa, el abandono o la exclusión de alguien en tu sistema familiar. Al ver con el corazón, puedes dejar de cargarlo.
Repites patrones que no puedes controlar.
Te dices “esta vez va a ser distinto”, sin embargo terminás en el mismo tipo de relación. O no importa cuánto te esfuerces, siempre vuelves al mismo lugar: al desamor, a la deuda, al conflicto, a la soledad.
Una constelación puede mostrar que estás repitiendo una historia familiar por lealtad inconsciente: amar igual que mamá, fracasar como papá, seguir a un hermano que ya no está…
No entiendes por qué ciertas cosas te cuestan tanto. Para otros parece fácil formar una pareja, tener hijos, ganar dinero, sentirse en paz, vivir en armonía. Sin embargo para TI, puede ser un esfuerzo enorme.
Y eso no significa que estés “haciendo algo mal”. Tal vez estás enredado con un mandato familiar, una lealtad, o una culpa que no te corresponde.
Hay algo adentro tuyo que te impulsa a buscar, a mirar más allá. No es una crisis.
- Cuando hay algo que se repite.
- Cuando sientes que no avanzas.
- Cuando una emoción te desborda.
- Cuando tienes un síntoma que no entiendes.
- Cuando sientes que no estás ocupando tu lugar en la vida.
- Cuando tu intuición te dice que hay algo que mirar.
“Constelar no es entender, es mirar con respeto lo que fue, para que la vida pueda fluir con más fuerza”



