Desde lo sistémico, formar una pareja después de una separación o divorcio es un viaje que puede estar lleno de aprendizaje y también de desafíos.
Cuando existen hijos de una relación previa o anterior, la nueva unión no se construye solo entre dos personas adultas, sino entre dos sistemas familiares completos que ahora buscan un nuevo orden.
Desde las Constelaciones Familiares, sabemos que para que una relación actual florezca es necesario mirar con respeto la historia anterior.
El amor prospera cuando cada persona, cada experiencia y cada miembro del sistema ocupan su lugar legítimo.
En este blog exploramos cómo crear bienestar, armonía y paz en un segundo matrimonio o nueva pareja, desde los principios sistémicos. Uno de los principios esenciales de Hellinger es el respeto al orden del tiempo.
Esto significa reconocer que la relación anterior existió antes que la actual, los hijos del primer vínculo también llegaron antes y tienen un lugar prioritario en el sistema. La nueva pareja llega después, ocupando su propio lugar, sin competir con el pasado.
Aceptar este orden no debilita la nueva relación; la fortalece. Cuando la historia previa es reconocida con respeto, la pareja actual puede asentarse de forma más segura.
"Agradezco lo que fue, para dar fuerza a lo que es"
En un sistema familiar, todo lo que es parte del sistema necesita ser visto. Cuando se excluye a una ex pareja, un hijo o una experiencia, el sistema lo compensará con conflicto o repeticiones.
Por eso, en una nueva pareja es fundamental que la ex pareja tenga un lugar reconocido en la historia, los hijos se sientan incluidos, no desplazados y la nueva pareja no intente ocupar un lugar que no le corresponde.
Cuando todos pueden existir en el sistema, cada uno desde su lugar, la relación presente se libera de cargas innecesarias.
Es común que los hijos experimenten dudas, lealtades divididas o miedo a “traicionar” a su familia de origen. Aquí lo importante es respetar el orden natural: Los hijos pertenecen al sistema original, padre y madre biológicos. La nueva pareja no debe reemplazar ni competir con ese rol. El vínculo entre hijos y sus padres debe mantenerse libre y sano.
La nueva pareja acompaña, sostiene y cuando es necesario, puede poner límites, sin embargo sin ocupar el lugar de padre o madre. Así, los hijos pueden abrirse a la nueva pareja desde la libertad y no desde la presión.
Hellinger decía que quien no honra a su pareja anterior queda atrapado en lobo resuelto, llevando ese peso a la nueva relación.
Es por eso que tomar lo vivido implica, Reconocer la importancia de esa unión previa, agradecer lo aprendido, ver que de esa relación surgieron hijos, y que eso los vinculará de por vida. Cuando este reconocimiento ocurre, la energía queda disponible para construir algo nuevo sin sombras ni reproches.
La nueva relación no es una continuación de la anterior.
Es un vínculo distinto, con nuevas posibilidades, aprendizaje y formas de amar. Es importante no comparar la relación actual con la pasada. No pedir a la nueva pareja que sane heridas antiguas, no cargar sobre ella expectativas que corresponden a la relación anterior.
Cuando cada vínculo se honra por separado, la nueva pareja puede crecer desde la autenticidad.
“Lo que fue, necesita ser honrado para que lo nuevo pueda florecer”. Bert Hellinger
¿Cómo construir un nuevo equilibrio?
Toda pareja necesita crear su propio intercambio de dar y tomar: tiempo, cuidado, comprensión, presencia, intimidad, apoyo. Cuando el pasado está en paz, este intercambio fluye con naturalidad.
La relación se siente ligera, respetuosa y viva. Cuando se respeta el orden, cuando nadie es excluido y cuando la historia previa es reconocida sin juicio, la nueva pareja puede asentarse con fuerza.
Y entonces, solo entonces...ocurre algo hermoso, los adultos se sienten más seguros, los hijos se sienten vistos y se sienten que pertenecen, la nueva pareja se vive desde la madurez.
El amor encuentra su lugar y puede crecer. Desde la visión sistémica, construir una nueva unión no significa borrar el pasado, sino integrarlo con respeto.
“El Amor solo puede crecer donde hay orden”. Bert Hellinger
Y cuando hay orden, hay espacio para el bienestar, la paz y un AMOR que se sostiene en el tiempo.
Para TI un ejercicio sistémico de despedida para soltar con amor:
- Respira profundo… y visualiza delante de ti a la persona de la que deseas despedirte.
- Reconócel@... “Te veo y reconozco lo que vivimos”
- Agradece o reconoce… “Gracias por lo que recibí contigo, Reconozco lo que fue”
- Devuelve lo que no es tuyo… “Te dejo en paz. Gracias… Ahora sigo mi camino” Respira de nuevo… y permítete sentir tu cuerpo más liviano.




