Este concepto en ocasiones crea confusión porque a veces hay hijos que tienen la idea de que los padres no hicieron suficiente o hicieron lo incorrecto y no lo que hubieran querido recibir de ellos.
Es como si los padres deberían ganarse el derecho a que los hijos los reconozcan. Los padres son como son, y son como son porque de niños tuvieron la experiencia de vida con sus propios padres que los convirtieron en lo que son al final.
Algunos hijos no toman ni reconocen a sus padres, porque argumentan que no lo hicieron bien, o los acusan de no haberles dado lo correcto o que ha sido muy poco.
Algunos padres cometieron graves ataques, incluso a la vida y la integridad de sus hijos. Y como adultos, estos hijos condicionan su reconocimiento.
“Tomar la vida no es decir sí a las características de los padres, significa tomar la vida” Ingala Robl
¿Por qué es importante tomar a la madre?
La madre representa la vida, el vínculo con la nutrición, el cuerpo, la seguridad emocional y la capacidad de recibir. Cuando hay rechazos, juicios o dolor no resuelto hacia la madre, puede reflejarse en dificultades como:
- Problemas para recibir amor o dinero.
- No tener autoestima Ansiedad constante o sensación de vacío.
- Dificultades en relaciones amorosas o de maternidad/paternidad.
TOMAR A LA MADRE es abrirnos a la abundancia, a la vida misma, decía Bert Hellinger:
“Cuando tomas a tu madre, la vida sonríe"
¿Por qué es importante tomar al padre?
El padre representa la fuerza para salir al mundo, lograr objetivos, tomar decisiones y ocupar un lugar con firmeza. La figura paterna está profundamente conectada con el éxito y la realización en el plano profesional o externo.
Rechazar al padre puede reflejarse en:
- Sentimientos de inseguridad.
- Dificultad para avanzar o concretar proyectos.
- Miedo a la autoridad o a asumir responsabilidades.
- Problemas con la pareja o con figuras masculinas.
TOMAR AL PADRE permite sentirnos merecedores, fuertes, y capaces de avanzar con dirección.
“El amor fluye cuando el orden se restablece”
Tomar a los padres no significa estar de acuerdo con todo lo que hicieron o dejaron de hacer.
Tampoco implica que no haya dolor. Significa reconocer lo que sí nos dieron: la vida. Es un acto de humildad y de madurez emocional que nos devuelve nuestro lugar como hijos.
Cuando no tomamos a los padres, quedamos enredados, repitiendo patrones inconscientes, cargando lo que no nos corresponde. Al tomarlos, nos liberamos y liberamos a las generaciones que vienen.




